9/16/2004

8-Rokuten

Aun no recuperado del todo de su lucha con los tres demonios, Ichinén siguió su camino. El dolor por la muerte de ese hombre lo acompañaba, así como sus múltiples dudas. Aunque tratara de asimilar ese sufrimiento, había mucho más. Por que los demonios lo trataban con tanta familiaridad? Como es que los había conocido? A quien había matado antes Shi-ma? Como es que los había vencido tan fácil. Ichinén se interno en el desierto, que no hacia mas que acrecentar su soledad y su desasosiego. La culpa lo invadía, en su interior, pugnaba por librarse de ese sentimiento. Además, había tanto que no recordaba de su estadía en el infierno, ni de su pasado. Le habían quitado eso, aunque no entendía porque.
Había encendido una fogata para cocinar y darse calor, de noche hacia mucho frío. Tanto como en el infierno. Por como se sentía, el frío y la soledad, le parecía estar reviviendo su experiencia en el infierno, de una forma mas suavizada. En ese desierto no se veía mas allá del arco de luz que generaba la fogata, oscuro también como aquel lugar al que no deseaba regresar.
En la penumbra, distinguió una sombra, acercándose a el.
-Quien esta ahí?-increpo el guerrero a la oscuridad.
-Soy un viajero con frío, no temas, guerrero.-respondió una voz en las sombras.
-No tengo miedo, solo deseo ver a quien se acerca en las sombras.-replico Ichinén, mas relajado.
El sujeto se asomo a la luz y dejo ver que iba encapuchado.
-Gracias por dejarme compartir el fuego, guerrero.-comento el recién llegado.
Ichinén le indico con un gesto que se sentara.
-Hacia donde va?-inquirió el guerrero.
-Estoy deambulando por ahí. Y vos, guerrero?-
-Busco la tierra de Kosen Rufu.-
-Esa tierra no existe.-
-Me han dicho que si.-
-No creas todo lo que oís.-
-Igualmente, siento que debo buscarla.-
-Por que te sentís afín con algo así? Por que crees que perteneces ahí?-
-Demasiados cuestionamientos para alguien que recién me conoce.-comento Ichinén, clavando sus ojos en el encapuchado.
-Encima que no muestra su rostro y no me dice su nombre.-
-Mi nombre es Rokuten.-respondió el extraño, descubriendo su rostro.
Ichinén estaba inquieto, por un momento pensó que seria algún demonio. Aunque ahora veía que no era así, ese hombre tenia algo que le daba mala espina. La sensación de algo conocido que no recordaba volvía.
-Tampoco yo se tu nombre.-comento Rokuten.
-Ichinén.-respondió el guerrero.
-El mismo Ichinén que lucho con tres demonios hace poco en un pueblo cercano?-
-Como lo sabe?-
-Ya te hiciste cierta fama, no muy buena por cierto, pero te mencionan mucho.-
El guerrero recordó con dolor la muerte del campesino.
-No te da miedo? Los demonios querrán venganza.-
-No le temo ni a las fieras ni a los demonios.-
-No creerás que un mortal común puede enfrentar a todos los demonios?-
-Yo no soy un mortal común, ya antes enfrente a miles de demonios en el infierno.-respondió Ichinén.
-Y crees que esa hará que siempre sea así?-
-No, eso fue solo el principio. La batalla recién ha empezado.-
Por que este hombre insistía en contradecirlo?
-Los demonios son muy peligrosos.-continuo diciendo Rokuten.
-Yo también, tengo a Daimoku, la más poderosa espada jamás conocida. No necesito mas.-respondió el guerrero.
-Y esa espada que tiene de especial?-
-Es la más efectiva contra ellos, los demonios temen a su matadora.-
-Por que?-
Ichinén se sintió mareado, no conocía todo sobre su espada. En su mente recordaba poco sobre el encuentro de ella, solo sabia que se sentía inseparablemente unido a ella.
-Ja ja ja, ni siquiera sabes todo lo que puede hacer tu espada! Crees que eso te salvara?-
-Estoy aprendiendo.-respondió simplemente, dándose cuenta que esa respuesta había sido distinta a las anteriores en una sola cosa.
-Voy a preguntarte algo Rokuten.-sentencio Ichinén.
Rokuten se sorprendió un segundo ante aquella afirmación, más que pedido.
-En todo lo que hemos hablado he dicho "no" en siete ocasiones. Por que?-
-No conozco la respuesta.-
-Esta es tu séptima vez que decís "no". Quien sos?-
-Ya te dije.-
-Y porque Rokuten, negás o contradecís todo lo que digo?-
El hombre bajo la vista y comenzó a reírse.
-Ja ja ja, pensé que me recordarías, Ichinén.-
-Vos sos un demonio.-exclamo el guerrero, desenvainando a Daimoku, a lo que Rokuten se aparto un poco.
-Ni siquiera recordás nuestro primer encuentro y crees que podes vencerme? A mi! Enfrentándome con esa espada.-
-Tenyi Ma.-reconoció el guerrero.
-Ja ja, el otro nombre de Dai Rokuten No Mao, el rey demonio del sexto cielo.-
-Por fin te conozco.-
-Ya nos conocemos, iluso guerrero.-se burlo el demonio.
Hombre y demonio se miraron fijamente midiéndose, en la oscuridad de la noche. Ichinén tenia a su mas grande enemigo enfrente, llenándolo de dudas y enigmas, era su propia negatividad.

2 comentarios:

Viviana dijo...

wow... se me caen unos lagrimones recordando los tiempos de reuniones de Gongyo y estudio de Goshos... Hace mucho que no practico. Vivo en Tierra del Fuego (Río Grande) y el Han de este lugar se derrumbó hasta disolverse por completo, aunque yo aún tengo mi Gohonzon entronizado. No se muy bien qué te quiero decir con esto, ya que se trata de comentar tus bellas historias alegóricas.
Te voy a seguir leyendo.

Ichinén dijo...

Primero, gracias por leerme y tomarte la molestia de comentar. Segundo, me da pena que el grupo se haya disuelto allá. Aunque en mi caso personal, practico solo por una cuestión de horarios, no llego a ninguna reunión. Cuando puedo voy, pero se hace complicado, igualmente, trato de cantar daimoku siempre que tengo un rato. Creo que tenes un muy grande desafio. Un gran saludo y seguimos en contacto.