La
despedida de Ichinén y sus amigos fue todo lo emotiva que se podía esperar. Bonten
y Gatten, junto con toda otra multitud de habitantes de la Luna, le hicieron un
cortejo de salutación. La puerta que días antes le había señalado al guerrero,
fue por donde cruzaron y sin otro trámite, se encontraron en un lugar de rocas
y plantas. El escenario era como un mausoleo, o varios que eran vecinos, llenos
de enredaderas hasta el techo. La piedra de las edificaciones se veía decorada,
o en ocasiones casi tapada, por diferentes tipos de plantas trepadoras. Flores
por doquier y el verde se superponía sobre el gris. El grupo comenzó a caminar,
yendo de una entrada a otra, no tenían gran diferencia entre si. Saber donde
estaba el segundo maestro era un misterio. Por lo menos lo fue, hasta que
encontraron un cartel indicador. El mismo decía:
-Victoria,
Ichinén y los gatos. Los espero dentro, en el recinto principal. Tendai.-
-Creo
que eso resuelve todas nuestras dudas.-comentó la joven, mirando a su compañero
mientras alzaba los hombros.
Una
vez dentro, encontraron en el pasillo y todos los recintos que cruzaron, una
limpieza inmaculada. Totalmente contraria a la natural y agreste decoración del
exterior. Los pisos se veían tan lustrados que parecían recién pulidos. No se
notaba al menos, ni una mota de polvo o pelusa por algún lado. Como por
intuición fueron encontrando el camino al recinto principal indicado. De cierto
hall en adelante, fue bastante fácil. Solo tuvieron que seguir las flechas. El
buscado recinto era una inmensa biblioteca, tan grande que parecía infinita. Libros,
tomos, lomos, todo estaba tapizado de ellos en dos niveles, llegando al
cielorraso.
-Supongo
que ahora se preguntaran como sabía que venían.-dijo una voz, al girarse,
vieron a un hombre de ojos rasgados.
El
mismo estilo de bigote que el General Tigre de Piedra, así como sus ojos, esto
le decía a Ichinén que pertenecían al mismo pueblo.
-Si,
la idea ha cruzado por mi mente.-replicó el guerrero.
-No
sería un gran iluminado sino lo supiera. Lo siguiente que se van a preguntar no
es quien soy, sino mi nombre. Me presento por ello. Soy Tien Tai, también
llamado Chih I, pueden decirme directamente Tendai. Para efectos más prácticos.
¿Tu quien eres?-
-Me
llamo Ichi…-
-No pregunté
como te llaman, te pregunté quien eres.-interrumpió el maestro, con un gesto
delicado de la mano.
Ichinén
asintió y reformuló la respuesta.
-Soy
Ichinén.-
-Bien,
una persona que se conoce a si misma. Estos son Teban y Dulce, ambos felinos.
Los gatos siempre saben quienes son, no necesitan que nadie se los diga. A ti
te llaman Victoria, pero no sabes quien eres. Ya solucionaremos eso.-
Victoria
tuvo un sobresalto ante el comentario del hombre. No le cayó en gracia a primer
momento, pero luego en su interior y con mucho autoconocimiento se dio cuenta
la razón que tenía Tendai.
-Les
mostraré sus habitaciones, podrán quedarse lo que consideren necesario. Aunque
creo que el tiempo siempre apremia en tu búsqueda. Por la mañana, ustedes dos
comenzaran su entrenamiento.-les dijo, luego señalando a Ichinén y Victoria.
Ambos
se miraron y luego al maestro, inquiriendo que clase de entrenamiento. Tanto él
como ella, sabían luchar y manejar armas.
-Este
es un entrenamiento de otra clase. Estudio sería lo correcto, un entrenamiento
para la mente y el espíritu.-
Los
dejó a cada uno en el sector de las habitaciones. Victoria miró a Ichinén, no
sin cierta desconfianza.
-A
mi no me mires, Ichinén, vos sos el que me dijiste que debemos arriesgarnos.-
-¿Cuándo
te dije eso?-
-El
día que nos conocimos.-
Victoria
pareció irse a su cuarto, pero Ichinén la detuvo alzando un dedo, como
indicando algo arriba.
-Un
momento, aclarame eso. ¿Fue en tu pasado, pero en otro mundo donde no lo viví
aun? ¿Es en un futuro por ocurrir?-
-Que
imaginación tenés! Creo que el visitar distintos mundos te deja una grave
secuela.-
-El
día que nos conocimos, me estabas retando por algo y me sacaste del agua
helada, en el mundo del barco que se hundía…-
-Oooh!
Y lo siguiente que te va a carcomer el cerebro es por que no lo recordás. La
respuesta es más simple de lo que crees. Memorizás, pero no recordás. Para
recordar se debe prestar atención. Es tu perspectiva la que no te muestra lo
correcto.-
Ichinén
quiso replicar, pero ella ya estaba cerrando la puerta. El trató de detenerla
para seguir conversando.
-Me
quiero ir a bañar y ya vi desde aquí el fastuoso baño, más lujoso que en el
palacio de Gatten. No puedo esperar para probarlo-
-No
he terminado de hablar, bien podes…-
-Me
voy a desnudar, Ichinén. ¿Serías tan depravado de quedarte a mirar como un
fisgón con la excusa de satisfacer tus dudas? Pensalo un poco. Tomalo como un
precalentamiento, al entrenamiento mental de mañana.-
Esto
hizo que Ichinén diera un paso atrás, inconcientemente. El caballero que él era
lo compelía a no traspasar los límites del respeto y la tolerancia. Victoria
aprovechó ese momento de distracción para cerrar la puerta, riéndose al hacerlo.
-En
una de esas, otra cosa quiere satisfacer. Jajajaja. Ichinén, el bárbaro.
Ichinén, el pervertido.-
El
guerrero se quedó de pie allí, sin saber que hacer. Llamó a Victoria,
solicitando que le abriera, pero fue para nada. Maldijo sin demasiado mal
humor.
-Mujer
difícil. Insoportable y caprichosa!-
Se
tiró en la cama y se sonrió, le gustaba ponerle contratiempos. Eso la divertía.
Pero lo que lo mantuvo devanándose los sesos, fue descubrir cuando habían
hablado. Esa primera vez que ella decía, pero que él no recordaba.
Al
día siguiente, Teban vino a levantarlo, saltándole encima para que despertara.
Le costó despejarse, ya que no se había dormido temprano. Sus pensamientos no
lo habían dejado.
El
entrenamiento comenzó ni bien terminaron el desayuno. De la multitud de libros,
algunos ya estaban sobre una mesa, en medio del salón.
-Algunos
de estos volúmenes, contienen historias que no han escrito sus respectivos
autores en el mundo del que vienen o en el mundo que han visitado. Este
aprendizaje les servirá para atravesar distintos mundos. Primera lección. Los
mundos pueden desorientarte, no solo por ser distintos, sino también por ser
similares. El mundo “Chu”, es de donde vinieron. El andamiaje del universo es
donde vieron a Rokuten. El mundo Saha es el que visitaron en ese barco que se
hundía y el que encontraron a Anne. Kosen Rufu se encuentra en Chu. Victoria es
de allí, pero para volver deberá encontrarse a si misma. Ichinén viene de un
mundo que se llama Medievo.-
Ichinén
se removió en su asiento y miró a Victoria que no le quitaba los ojos de
encima.
-Ese
mundo fue destruido, invadido completamente por demonios y otros seres bajos.
La mayoría murió y otros fueron transformados en seres esclavos de los demonios.
Los que no, como yo, fuimos enviados a sufrir al estado de infierno incesante.
De allí, me fui gracias a mi espada.-
Tendai
fue el que intervino en esa explicación a Victoria.
-Y
eso fue lo que hizo que conocieras la historia de Kosen Rufu, que luego
llegaras al príncipe, mi maestro también. Los caminos de la ley son de esta
forma. Lo que atraes es lo que sientes y piensas. Difícilmente, puedas atraer
el camino a Kosen Rufu si tu actitud es de derrota. Imposible es que seas una
persona de coraje y un guerrero, si tus acciones parecen las de un limosnero.
Vamos a comenzar con lo más importante, el Sutra del Loto. Tengo una
disertación sobre él, conocida como el Maka Shikan. Veremos ambas obras en
conjunto.-
Dicho
esto, les indicó ciertas lecturas. El entrenamiento comenzaba. Un mes estuvieron
con Tendai Hubieran podido estar más, pero pasado ese lapso, el maestro
consideró que era el conocimiento necesario para la empresa que los ocupaba.
Leyeron cosas como disertaciones sobre los capítulos Hoben y Juryo del citado
Sutra. Algunos otros como: “desvelando los misterios de la vida y la muerte” y
una historia de ficción, pero que estaba basada en experiencias reales,
conocida como “La Revolución Humana.” Este fue un concepto complicado para
entender, según lo veía el guerrero. Repasaron la vida del príncipe Siddartha,
la vida de Tendai también. Y algunas pocas referencias al tercer maestro, pero
como decía el segundo: “Eso ya vendría luego.”
Algunas
otras obras de ficción también leyeron, aunque no fueran parte del
entrenamiento. Solo por distracción, claramente. Ichinén leyó las novelas de un
escritor de mundo Saha, en donde jamás las había escrito. Solo se había
dedicado a ensayos, poemas y cuentos cortos. También le interesó mucho un
filósofo antiguo de mundo Saha, el cual jamás escribió nada por su mano y solo
se lo conoce por su discípulo. Ichinén pudo leer enseñanzas de este pensador,
escritas de su puño y letra. También pudo leer el final de una historia que en
ese mundo se encontraba inconclusa, la historia de un hombre en busca del nuevo
hogar. Esta historia lo hizo identificarse con él, salvando las diferencias. Victoria
estuvo muy interesada en una obra de un compatriota de Tendai, muy anterior a
su época, que había hecho un tratado sobre la guerra. Otro pensador del mismo
mundo, pero muy lejano en tiempo y espacio, había hecho algo similar y un libro
muy crucial para la política. Se llamaba como el título que llevaba Siddartha,
pero era todo lo contrario a la enseñanza de la iluminación. Estudio histórico,
filosófico, estratégico; todo muy completo. Teban y Dulce, se la pasaron
durmiendo y comiendo, como lo que mayormente hacen los gatos. De cuando en
cuando, salían a jugar. Pasado el periodo de aprendizaje, Tendai tuvo una charla
con Ichinén y con Victoria por separado.
-Victoria,
se que te preocupan los vaticinios sobre tu futuro, pero eso es lo que te ha traído
todo este sufrimiento en primer lugar. Y también te ha alejado de Kosen Rufu.
Las profecías pueden ser muy vagas aun con las palabras más concretas. Y escapar
de eso, es lo que ha hecho que se cumpla de mala manera.-
-Maestro,
esta dice que mi amor verdadero es el fundador de Kosen Rufu. Eso ocurrió 2500 años
antes de mi nacimiento. Y de eso ha pasado mucho más, estuve encerrado casi
tanto, después de todas mis penurias. ¿Cómo es eso posible?-
-Con
lo que has visto, los mundos que has visitado. ¿Consideras que es un imposible
eso? El tiempo es algo inmutable, pero se puede doblar como cañas. En todos los
infinitos mundos posibles, verás como tu corazón encuentra consuelo.-
-La
única vez que me enamoré, terminó muy mal.-
-Pero
no por eso debes cerrarte a la posibilidad. Esto solo te traerá sufrimiento a
ti y a la persona que amas.-
Victoria
iba a replicar, pero quedó en silencio largo rato. Tendai terminó la
conversación allí y se fue a realizar trabajos de jardinería al exterior.
Ichinén se le unió un par de horas después.
-¿Qué
consejo puede darme, maestro?-
-¿Yo?
Ninguno. Quería hablarte a solas, para hacerte solo una pregunta. ¿Estás
dispuesto a encontrar Kosen Rufu?-
-Claro.
Y llevaré a Victoria a casa.-
-No,
no respondas escuetamente y sin pensar. No quiero que me cuentes tu valor
heroico. Quiero saber si estás dispuesto para lo que viene. Rokuten te tratara
de detener por todos los medios que tenga a su disposición. No debes ceder ni
un ápice o los demonios tomarán ventaja. Te hará sufrir, a los que están cerca tuyo.
El camino no está exento de peligros mortales. Mucha gente puede perder la
vida, estás declarando una guerra a la autoridad del rey demonio del sexto
cielo.-
-¿Cree
que no debería hacerlo?-
El
maestro suspiró, casi como apenado o cansado.
-Ichinén,
tu camino te lleva a Kosen Rufu, muchas cosas dependen de que tengas éxito en
ello. Pero quiero advertirte que es lo que enfrentarás. Muchos morirán, muchos
vivirán; pero tú nunca volverás a ser el mismo. Eso es la Revolución Humana. Va
a doler. Rokuten
disfrutará con tus pesares, con tu dolor.-
-Sabe
que debo hacerlo, maestro Tendai.-
-Si,
lo sé. Quisiera evitarte la carga de lo que estuviera en mi mano, pero no es
posible. Solo puedo enseñarte y desearte suerte.-
La
charla quedó en ese punto y lo siguiente fue solo embalar sus pertenencias y
preparar la partida. El camino esperaba.
Tendai
los llevó hasta un túnel hecho con piedras como las de esas edificaciones. Era
perfectamente redondo, horadando una ladera.
-Por
aquí, podrán salir al mundo Saha otra vez. Usen estas tablas.-
Les
dio como unas plataformas, sobre las que debían pararse. Pero según explicó, en
los ríos de energía del universo, debían mantener el equilibrio. Las fuerzas
eran muy fluctuantes y podían hacerlos caer. Los gatos lo tuvieron bastante
fácil, mantener el equilibrio les salía de lo más natural. Victoria tambaleó
algo, pero luego se habituó. Ichinén lo tuvo más complicado, sin embargo, le
tomó la mano luego de trastabillar un par de veces. Teban guiaba por los
caminos que no eran más que energía en constante flujo.
-Allá,
hay varios túneles, el de nuestra salida es el que… Cuidado!!!-
El
grito y posterior maullido llegó tarde. Ichinén sintió que varias manos lo
tomaban por detrás Sujetándolo del cabello y miembros. Al apenas girar un poco,
vio a una criatura de tono azabache, con múltiples brazos y piernas saliendo de
todo su cuerpo. Victoria fue empujada a un costado y el grito de Ichinén fue
sofocado por una mano negra. La criatura solo rugía, hasta que lanzó una risa
gutural. Un brillo delante, en los caminos de energía, y lo que semejaba una
puerta se apareció. Por ese portal, se desvanecieron Ichinén y el monstruo.
-Teban,
seguilo.-gritó Victoria.
El
gato detuvo su plataforma frente al lugar donde apenas se notaba que hubiera un
portal pocos segundos antes. Luego de un minuto, bufó en señal de protesta.
-Maldito
sea! No puedo. Usó un mecanismo artificial para abrir portales en estos caminos
de energía.-
Victoria
se detuvo a su lado y miró a ambos felinos, con cara de asombro e incredulidad.
-Lo
perdí.-agregó el gato.-No se adonde se llevaron a Ichinén.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario